Solomillo al Yiyo (con miel y dátiles).

Buenas tardes a todos de nuevo, qué tal el finde? Por aquí un día espléndido de sol y una temperatura muy agradable, ideal para estar en la calle. Para mañana esperemos que esté igual, aquí se celebra una  Maratón y, parece ser que va a haber un ambientazo. Así que saldremos a dar un paseo y ver la carrera en algún sitio.

Pero bueno yo lo que quiero es poneros otra receta, esta vez de carne, concretamente solomillo. Nos lo hizo Yiyo, de ahí el título, en nuestra comida de Navidad que hicimos el grupo de costura. Estaba muy rico y todas le pedimos la receta. Yo he comprado solomillo varias veces para hacerlo, pero siempre me he ido a lo fácil y lo he hecho a la plancha. Pero ayer volví a comprarlo y decidí que de hoy no pasaba sin hacerlo, además todas mis amigas están esperando que yo ponga la receta en el blog para hecerlo ellas, en fín ahí os la dejo.

INGREDIENTES: (Para 4 personas)

• Un solomillo de cerdo de unos 700 g.
• Una cebolla mediana.
• 4 ó 5 dientes de ajo.
• 4 ó 5 champiñones grandes.
• Una pastilla de concentrado de carne.
• Una copa de vino oloroso.
• Dos copas de agua.
• Una cucharada de miel.
• 8 dátiles sin hueso.
• Una cucharada de maizena.
• Aceite, sal y pimienta.

              

Cortamos el solomillo en filetes, lo salpimentamos y lo sellamos en un poco de aceite.

             

En el mismo aceite que queda en la sartén, si hace falta añadimos un poco más, sofreímos la cebolla y el ajo picados. Después de unos minutos, cuando esté la cebolla y el ajo pochaditos, añadimos los champiñones laminados pero no muy finos.

             

Rehogamos unos minutos y añadimos la pastilla de concentrado de carne, removemos para que se mezcle todo bien. Ponemos la copa de vino y subimos el fuego al máximo hasta que se evapore el alcohol.

             

A continuación añadimos las dos copas de agua y dejamos unos minutos hasta que se reduce un poco. Añadimos el solomillo y rehogamos unos minutos para que se mezcle con la salsa.

            

Ponemos una cucharada de miel y los dátiles.

            

Después de un minuto espolvoreamos una cucharada de maizena, lo que dará espesor y brillo a la salsa. Lo removemos todo bien y dejamos reposar.

Y ahora, a disfrutar!!!!