Recuerdo que a primeros de año empezamos a tener noticias de que en China había aparecido un virus muy contagioso. Lo que más me dio que pensar fue ver como repatriaron a varios entrenadores de fútbol que trabajaban en Wuhan.
https://www.diariodesevilla.es/sevilla/sevillanos-atrapados-Wuhan-repatriacion-urgente_0_1432057159.html
Los tuvieron bastantes días confinados en un hospital de Madrid y cada día, en cada telediario, nos enseñaban como hacían deporte y pasaban sus días allí en aislamiento. Además veíamos como en China hacían hospitales de campaña a marchas forzadas y a veces a la fuerza, aislaban a miles de personas en sus casas y en esos hospitales. Aquí en España estábamos jijiji, jajaja pensando, porque era lo que nos decían, que era algo como una gripe y que no tendría más trascendencia. Y pensaba, cuando veía lo que hacían en China, cuando todos los comercios chinos cerraron, que de gripe nada, que era algo más grave. Recuerdo que en mi trabajo, mis compañeros se reían y me llamaban exagerada porque me fui a una farmacia y compré mascarillas para toda mi familia. En esos días en la farmacias se estaban acabando las mascarillas porque, según me dijeron, se las llevaban los chinos para mandarlas a su país, pues allí se estaban agotando. Así que aquí nos quedamos sin las pocas existencias que hubiera.
En España seguíamos haciendo vida normal como si no fuera con nosotros, cuando ya en Italia estaban los hospitales colapsados y nos decían que si no se ponían medidas, nos iba a pasar lo mismo en poco tiempo. Pero aquí nada: no se tomaron medidas, se jugaban partidos de fútbol, se hacían conciertos multitudinarios, manifestaciones, congresos de partidos políticos, etc, etc. En fin como si no fuera con nosotros, y empezamos a tener casos primero en Canarias, luego en Sevilla, y después empezó el chorreo.
Recuerdo un detalle que me preocupó bastante. Durante el puente del 28 de febrero, como es fiesta en Andalucía, nos fuimos de viaje a Segovia, Ávila y Trujillo. Todo precioso y lo pasamos muy bien, pero en Segovia ya había un estudiante italiano en una residencia de estudiantes, que se había contagiado en Italia durante una visita que hizo a sus familiares. Lo aislaron a él pero los demás andaban sin problemas por toda la ciudad yendo a clase y haciendo vida normal.
Otro detalle preocupante fue durante el primer fin de semana de marzo del 6 al 8. Fuimos a Tarifa y nos acercamos a pasar un día a Gibraltar. Cuando estábamos en la cola para pasar la aduana, había una pareja de italianos y cuando les pidieron la documentación, les preguntaron cuantos días llevaban en España y no los dejaron pasar. En fin, algo no iba bien y ya se sabía. Pero aquí no pasaba nada y por supuesto no había que tomar medidas.
Y el 11 de marzo de 2020 se declara la Pandemia del Covid-19
https://gacetamedica.com/politica/el-coronavirus-declarado-oficialmente-como-pandemia-por-la-oms/
El sábado 14 de marzo era mi cumpleaños. Pensaba celebrarlo con mi familia yéndonos a comer fuera, porque iba a hacer un día estupendo de sol y había que aprovecharlo, pero ya empezábamos a temernos lo peor, pues se estaba barajando el Estado de Alarma y el confinamiento para evitar los contagios. Así que el viernes en el trabajo invité a mis compañeros y compañeras a una cervecita y unas tapitas, y celebramos mi cumpleaños que sería al día siguiente, con la incertidumbre le lo que nos vendría en los próximos días.
Y llegó el 14 de marzo, precisamente el día de mi cumpleaños. Y nos confinaron a todos, cerraron colegios, universidades, centros de trabajo, etc. Sólo podíamos salir para comprar lo esencial en supermercados y farmacias y en franjas horarias. Las calles de las ciudades estaban desiertas, se convirtieron en ciudades fantasma.
Empezamos a saber que en los hospitales se agolpaban los enfermos, muchos no llegaban porque morían en sus domicilios, en las residencias, miles de personas se contagiaban a diario y muchos morían sin asistencia y sin poder despedirse de sus familiares, un desastre. Hubo muchos días en los que fallecían casi mil personas, algo que no habíamos vivido nunca, terrorífico.
Féretros en el Palacio de hielo de Madrid Foto de El Mundo.
Pero aquí sólo veíamos a gente en los balcones aplaudiendo todos los días a las 8 de la tarde, cantando el Resistiré y sin ver lo que pasaba realmente en los hospitales, donde los sanitarios se jugaban la vida sin medios de protección contra el contagio.
Pero nuestros políticos nos decían que no hacían falta mascarillas, que no eran efectivas. Pero últimamente han confesado que decían que no eran recomendables porque no había existencias. Y entonces, nos dimos cuenta como todo dependía de China: mascarillas, respiradores, guantes… Todo se fabricaba en China y empezaron los problemas para poder comprar y traer a España esos productos tan vitales para la protección de nuestros sanitarios y para la gente en general.
La gente empezó a protegerse de la manera que podía, empezamos a hacer mascarillas en las casas, asociaciones, grupos de mujeres y hombres, empresas textiles, todos se tuvieron que reinventar para proveer de mascarillas y de equipos de protección tanto a sanitarios como a la gente en general.
Confeccionando mascarillas para una asociación de Sevilla, para los sanitarios de hospitales sevillanos.
Estas para mi niño
Ahora tenemos mascarillas de todo tipo fabricadas en España, eso sí, nos las han estado vendiendo más caras que en la mayor parte de países europeos porque aquí les ponían el 21% de IVA, el mayor de todos y, hasta hace poco, no lo han bajado.
Nos fuimos organizando para ayudarnos unos a otros, para que las personas más vulnerables no tuviesen que salir de casa para comprar alimentos. Para ayudar a la gente que se quedaba sin trabajo y por consiguiente sin ingresos para mantener a su familia, un río de solidaridad recorrió nuestro país. Pero muchos lo han perdido todo, muchas empresas no lo han podido superar y han cerrado con lo que muchos trabajadores se han ido al paro o están en un ERTE, las colas en los comedores sociales son interminables.
Foto del Diario público
Ante uno de los confinamientos más duros del mundo, los casos empezaron a bajar y entonces llegó el verano y alguien dijo ¡¡¡¡hemos superado el virus!!!! Y empezó la desescalada, todo el mundo de vacaciones.
En la playa con mascarilla y distancia de seguridad.
Durante el verano nos olvidamos de que el virus seguía entre nosotros. Y de nuevo el desastre. No como al principio, pero otra vez empezaron los brotes, los repuntes de contagios y volvieron las restricciones. No como en el confinamiento, pero restricciones en los movimientos entre pueblos, aforos limitados, cierre de bares, de hoteles, en fin otra vez el desastre económico y en salud. Los hospitales empezaron a llenarse y, ante la llegada de las vacaciones de Navidad, había que tomar medidas para que la cosa no se desmadrara y los hospitales no colapsaran.
Lo que sí hemos conseguido es que, al llevar todos mascarilla incluidos los niños, la gripe apenas haya tenido incidencia. Los pediatras han detectado muchas menos consultas por problemas respiratorios en los menores. Además mucha más gente se ha vacunado este año.
El Gobierno y las Comunidades Autónomas acordaron tomar medidas pero, como siempre ocurre en este país, cada uno toma las medidas que les parece oportunas, lo que se traduce en 17 maneras diferentes de controlar la pandemia. Por lo que en cada comunidad hay un toque de queda diferente, un aforo para reuniones familiares diferente, un horario de apertura de comercio y bares diferente, etc. etc. Y lo de los allegados, mención aparte.
Tenemos la esperanza de la vacuna que ya están administrando pero, eso no es la panacea, tenemos que seguir protegiéndonos para así evitar los contagios y que este maldito bicho se extinga. Por supuesto todo el mundo va con mascarilla: adultos, adolescentes y niños, hasta los más pequeños. Aunque siempre hay irresponsables que se saltan las normas y acaban contagiándose, y lo peor, contagiando a sus familiares.
En fin, ya hemos pasado la Navidad y el Fin del fatídico año 2020 y hemos entrado en 2021 con la esperanza de que sea mejor, de que la vacuna funcione y poco a poco disminuyan los contagios, los ingresos en hospitales y los fallecimientos. Que las empresas recuperen su actividad, que los que perdieron su trabajo lo recuperen y que abran los bares, los hoteles, que podamos volver a viajar… En fin, que vuelva la normalidad. Y sobre todo, que vuelvan los abrazos y los besos perdidos. Que nadie, nadie vuelva a morir en soledad sin tener al lado a sus seres queridos.
¡¡¡¡Feliz Año 2021 y mucha Salud para todos!!!!